Aunque hoy día, parapente y paramotor se enfocan y practican de diferente manera, ha sido el
parapente el punto de partida de nuestro deporte.
Si bien los comienzos son anteriores, es a final de los 80 cuando algún fabricante comienza a
producir motores para incorporar al parapente, más tarde, las velas sufren transformaciones muy
profundas y actualmente se diseñan parapentes específicos para volar con paramotor y motores lo
suficientemente ligeros y potentes como para hacer del despegue y aterrizaje una tarea fácil.
El vuelo en paramotor nos proporciona la independencia de poder despegar desde casi cualquier
lugar, regresando al punto de partida tras haber disfrutado de una perspectiva, a vista de pájaro, del
paraje elegido para volar, eso sí no sobrepasando la altura permitida, 300 metros sobre el terreno y
respetando las zonas prohibidas, peligrosas o restringidas....
El paramotor es considerado una adaptación del parapente. Los parapentes necesitan para volar
una velocidad determinada, esta velocidad se consigue gracias al viento o al viento que se genera al
correr por una pendiente. En el paramotor, esa velocidad de viento se genera gracias al empuje que
proporciona el motor que llevan a la espalda, que les permite despegar. Ademas se han mejorado
las velas de vuelo de paramotor permitiendo alcanzar velocidades de 70 K/h con viento cero. Los
trikes, que son estructuras de 3 ruedas, con un motor trasero de hasta 100 kg de empuje, tanto
monoplaza como biplaza, se van imponiendo al despegue y aterrizaje a pie con lo que favorece no
tener aptitudes físicas.
En las Escuelas enseñan todo lo necesario para enfrentarnos con garantías a ese primer vuelo, esto
es, generalidades, aerodinámica, meteorología, reglamentación, espacio aéreo, cursos de
perfeccionamiento etc.
Últimamente está tomando auge el uso de un triciclo o "trike" para despegar y aterrizar sobre ruedas,
anulando así el peso del motor sobre espalda y piernas, siendo especialmente indicado para
personas con problemas físicos o simplemente para quien prefiere esta modalidad.
Contamos en España con excelentes pilotos de paramotor a nivel mundial, pero a destacar Ramón
Morillas que cuenta en su haber muchos logros. Ha sido tres veces campeón del mundo de
paramotor, posee los récords del mundo de distancia (1101 Kms.) en 12 horas y de altitud (7800
metros).
El paramotor es, en definitiva, un medio asequible para poder elevarse sobre el resto de los mortales
y contemplar desde esa dimensión todo tipo de paisajes, experimentando sensaciones difíciles de
plasmar en un resumen como este.